Título: La corona partida. Dirigida: Jordi Frades. País: España.
Guión: José Luis Martín José Luis Martín Año: 2016. Duración: 113
min. Género: Drama, Histórico. Reparto: Rodolfo
Sancho, Irene Escolar,
Raíl Mérida, Silvia Alonso, José Coronado, Eusebio
Poncela, Ramon Madaula, Jordi Díaz, Fernando
Guillén Cuervo, Úrsula
Corberó, Pedro Mari Sánchez, Ramón Barea, Michelle
Jenner. Distribuidora: A Contracorriente Films. Productora: Diagonal
TV. Director de fotografía: Raimon Lorda. Fotografía: Raimon
Lorda. Música: Federico Jusid
Narrará lo ocurrido tras la muerte de Isabel la Católica y
los tiempos de incertidumbre que se vivieron por la lucha de poder entre
Fernando el Católico y Felipe el Hermoso cuya principal víctima fue Juana la
Loca, legítima heredera.
A
ritmo de ópera y grandes paisajes, empieza La
Corona Partida, una película muy cuidada, con una elegante y pulcra puesta en escena, unos diálogos versados fáciles de seguir, cuya trama nos cuenta el vacío
de poder, tras la muerte de Isabel la Católica, con un gran reparto coral de actores donde destaca con brillantez Irene Escolar,
galardonada en los Goya como actriz revelación, toda una lección de historia.
Tras
la muerte de Isabel, la narración
televisiva continuo su historia con un ya adulto Rey Carlos Emperador, ambas teleseries dejaron un vacío histórico
sin narrar, siendo ese vacío, llenado por La
Corona Partida, película que se centra en como Fernando el Católico (Rodolfo Sancho), con la inestimable colaboración
del Cardenal Cisneros (Eusebio Poncela), conservó
el reinado, frente a las ambiciones de su interesado yerno, Felipe el Hermoso (Raúl Mérida).
Mostrándonos
la salvaje y feroz lucha por el poder entre Fernando y Felipe, deseando
desposeer de un cargo, que corresponde a Juana (Irene Escolar) por herencia, mientras ella se siente atrapada, debatiéndose,
entre el amor a su padre Fernando y a su marido Felipe, en una lucha descarnada
de egos y ambiciones, de dos hombres ávidos de poder.
Creada para contentar a esos millones de
telespectadores, que semana tras semana, ansiaban un nuevo
episodio de la teleserie Isabel,
cuyas tramas, intrigas, maniobras políticas y amoríos, conquistaron al público
español, la corona partida, sigue la
senda marcada por ambas teleseries, narrándonos con sutileza épica, la dura
pugna por el poder, llena de la misma intriga y suspense, que tanto éxitos
proporciono a las series.
Jordi Frades,
responsable de algunas de las series nacionales de más éxito, da el salto al cine, siguiendo la
estela de una de sus creaciones más destacadas Isabel, haciéndolo con esa solvencia, sobriedad y solidez que caracterizaron
sus éxitos televisivos.
El
cine español, a excepción de la guerra civil, no se ha caracterizado por llevar
a las pantallas su historia, que como vemos, podría dar grandes guiones, en
cambio el personaje de Juana la Loca si ha dado lugar a dos películas de gran
popularidad “Locura de amor”
(1948) de Juan de Orduña y “Juana la
loca” (2001) de Vicente Aranda, a diferencia de ambas La corona Partida
no toma a Juana como epicentro de la trama, se centra en la lucha de poder
entre dos hombres a los que poco le importa Juana, de ese modo la pasión y los
celos de sus antecesoras, dan paso a los intereses políticos entre sus personajes
masculinos, que pasaran a la historia del cine nacional como grandes malvados.
Entre
el gran elenco de actores destaca Irene
Escolar (Isabel) “Para ser un buen
Rey, no es necesario ser un mal padre”, bordando su personaje, que sin mediar palabra
es capaz de expresar odio, ira y un sinfín de emociones, gracias a unas miradas
desafiantes y a unos gestos, que nos adentra en un personaje con un arco interpretativo
muy complejo, rico en matices, solucionado con gran solvencia por una actriz de
gran proyección llamada a ser uno de los grandes nombres de nuestro cine.
Cuenta
además con el inestimable trabajo de actores como, Raúl Mérida (Felipe el Hermoso) “En
castilla seréis reina, pero aquí, sois mi prisionera”, un gran villano,
ególatra, egoísta, con una única obsesión, el poder, con un eficaz Eusebio Poncela (Cardenal Cisneros) y
un gran Rodolfo Sancho (Fernando de
Aragón) poniendo el broche de oro al personaje que lo ha popularizado, muestra
el sufrimiento y el dolor causados por quitarle a su propia hija su lugar en la
historia y lo transforma en odio hacia Felipe.
A parte de las interpretaciones, sin duda
su punto fuerte es la ambientación, gracias a los escenarios naturales como el castillo Guadamur (Toledo), las catedrales de
Burgos y Toledo, la iglesia de Santa María (Torrelaguna), o el palacio del
Rincón (Madrid), y un
excelente trabajo de diseño de vestuario, el público se adentra en pleno
S.XVI, cuya música sosegada, suave y tranquila, es usada solo cuando realmente
se precisa, su director como Hitchcock, muchas veces centra nuestra atención en
aquellos objetos que no deben pasar inadvertidos, como una jarra de agua.
Deseo
destacar una secuencia por su gran sensualidad,”en un fondo oscuro, el primer
plano, se centra, en el bello y delicado cuello de una mujer, por la que se
desliza suavemente una gota de perfume” al verla sientes ardientes deseos de
tocar y sentir en tus labios la dulzura de ese cuello.
Película para amantes de la historia y
para seguidores de ambas teleseries, una película épica, sutil, muy
cuidada en sus aspectos técnicos, destacando sobre todo su sobria y elegante
ambientación, apoyada en la estelar interpretación de Irene Escolar, cuya labor
es bien merecedora de una nueva nominación a los Goya, no lo dudes, si
disfrutaste en casa de ambas series, porque ahora no hacerlo con toda la
grandeza y esplendor, proporcionados por una sala de cine.
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